Cada año, el 21 de septiembre, se conmemora el Día Mundial del Alzheimer.
Una fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de comprender, apoyar y combatir esta enfermedad.
Tabla de Contenidos
¿Qué es el Alzheimer?
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa crónica y progresiva que afecta el cerebro y es la forma más común de demencia en todo el mundo.
Esta enfermedad recibe su nombre en honor al médico alemán Alois Alzheimer, quien la describió por primera vez a principios del siglo XX.
¿Cuáles son sus síntomas?
- Pérdida de memoria: El síntoma más temprano y característico del Alzheimer es la dificultad para recordar información reciente, como nombres, fechas y eventos.
- Desorientación temporal y espacial: Pueden perder la noción del tiempo y lugar, lo que lleva a la confusión sobre la fecha actual o su ubicación.
- Dificultad en la comunicación: Se experimenta dificultad para encontrar las palabras adecuadas, seguir una conversación o expresar ideas de manera coherente.
- Cambios en el comportamiento y la personalidad: A menudo experimentan cambios en su comportamiento, como la agitación, la apatía o la irritabilidad. También pueden volverse más dependientes de la ayuda de otros.
- Problemas en la resolución de problemas: Dificultad para realizar tareas cotidianas, como administrar las finanzas o planificar una comida.
- Pérdida de habilidades motoras: En las etapas avanzadas, puede afectar la capacidad para caminar, tragar y realizar actividades básicas de la vida diaria.
- Deterioro cognitivo progresivo: Afecta significativamente la calidad de vida de la persona.
Historia del Día Mundial del Alzheimer
El Día Mundial del Alzheimer fue establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en colaboración con Alzheimer’s Disease International en 1994.
El 21 de septiembre se elige como la fecha del Día Mundial del Alzheimer debido a que es el día en que comienza el otoño en el hemisferio norte.
Se seleccionó esta fecha simbólica para representar el “ocaso” de la memoria y la mente.
¿Cuales son las causas del Alzheimer?
Las causas exactas del Alzheimer aún no se comprenden completamente, es el resultado de una combinación de factores:
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Genética: En algunos casos familiares de Alzheimer, se han identificado mutaciones genéticas heredadas que aumentan significativamente el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Acumulación de Placas de Beta-Amiloide: En el Alzheimer, se acumulan placas de una proteína llamada beta-amiloide en el cerebro.
Acumulación de Ovillos Neurofibrilares: Otro rasgo neuropatológico del Alzheimer es la acumulación de ovillos neurofibrilares, que consisten en proteínas tau anormales. Estos ovillos dañan las células cerebrales y pueden contribuir al deterioro cognitivo.
Inflamación Crónica: La respuesta inflamatoria puede ser tanto una causa como una consecuencia de la enfermedad.
Desregulación de los Procesos Biológicos: Los procesos biológicos esenciales en el cerebro, como la producción y eliminación de proteínas, pueden desregularse en el Alzheimer. Esto puede llevar a la acumulación de proteínas tóxicas.
Factores de Riesgo Cardiovascular: Existen vínculos entre los factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2 y el colesterol elevado.
Factores Ambientales: Se han investigado factores como la exposición a metales pesados, la educación, la actividad cognitiva y otros como posibles influencias en el riesgo de la enfermedad.
Edad: El riesgo de desarrollar la enfermedad aumenta significativamente con la edad. El Alzheimer de inicio temprano, que afecta a personas más jóvenes, es menos común que el Alzheimer de inicio tardío, que generalmente se manifiesta después de los 65 años.
¿Cómo se diagnostica?
- Evaluación Clínica Inicial:
- Esta evaluación incluye una entrevista detallada con el paciente y con un familiar cercano o cuidador, para obtener información sobre la historia médica, los síntomas actuales y el comportamiento.
- Examen Médico y Neurológico:
- El médico realiza un examen físico y neurológico para evaluar la función cerebral.
- Evaluación Cognitiva:
- El médico o un neuropsicólogo realiza pruebas cognitivas específicas para evaluar la memoria, el pensamiento, el lenguaje y otras habilidades cognitivas.
- Análisis de Historia Clínica:
- Se revisa la historia clínica completa del paciente, incluyendo antecedentes médicos, antecedentes familiares de Alzheimer u otras demencias.
- Neuroimágenes:
- Las pruebas de neuroimagen, como la resonancia magnética (RM) o la tomografía computarizada (TC), pueden ayudar a detectar cambios en el cerebro.
- Evaluación de la Función Diaria:
- El médico evalúa la capacidad del paciente para realizar actividades diarias, como bañarse, vestirse y manejar las finanzas. La pérdida de habilidades funcionales suele ser un indicio importante.
- Seguimiento a lo largo del tiempo:
- Dado que el Alzheimer es una enfermedad progresiva, se realiza un seguimiento de los síntomas a lo largo del tiempo para evaluar la evolución y la gravedad de la enfermedad.
¿Existe una cura?
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva y crónica que afecta al cerebro y conduce a una disminución gradual de las funciones cognitivas y de la memoria.
Es importante destacar que el Alzheimer no tiene cura, pero existen tratamientos y terapias que pueden ayudar a aliviar algunos de los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.
¿Cómo ayuda un psicólogo en este proceso?
Evaluación Neuropsicológica:
Un psicólogo especializado en neuropsicología puede llevar a cabo evaluaciones detalladas de la función cognitiva para ayudar en el diagnóstico temprano del Alzheimer.
Apoyo Emocional y Psicológico:
Un psicólogo puede proporcionar apoyo emocional a todas las partes involucradas, ayudando a comprender y gestionar las reacciones emocionales, como la ansiedad, la depresión, la culpa y el estrés.
Educación y Orientación:
Un psicólogo puede educar a las personas con Alzheimer y a sus familias sobre la naturaleza de la enfermedad, sus síntomas y su progresión.
Desarrollo de Estrategias de Adaptación:
Esto puede incluir estrategias para mejorar la comunicación, manejar los cambios en el comportamiento y fomentar la independencia mientras sea posible.
Terapia de Apoyo:
La terapia de apoyo puede ayudar a las personas con Alzheimer y a sus familias a abordar los desafíos emocionales y psicológicos que surgen a lo largo de la enfermedad.
Evaluación de la Calidad de Vida:
Los psicólogos pueden evaluar la calidad de vida de las personas con Alzheimer y colaborar en la planificación de cuidados que mejoren su bienestar general y su satisfacción en la medida de lo posible.
Apoyo en la Toma de Decisiones Éticas y Legales:
Los psicólogos pueden ayudar a las familias a abordar cuestiones éticas y legales relacionadas con el cuidado de las personas con Alzheimer, como la planificación anticipada de la atención médica y la toma de decisiones sobre tratamientos médicos.
