El Día Mundial para la Prevención del Suicidio es una oportunidad para aumentar la conciencia sobre este tema y promover la comprensión, la empatía y la acción. Al abordar estos temas, puedes contribuir a la conversación y al esfuerzo continuo para prevenir el suicidio y apoyar a quienes están en riesgo.
La prevención del suicidio es crucial para salvar vidas, aliviar el sufrimiento, fortalecer familias y comunidades, reducir el estigma, ahorrar recursos y promover la salud mental. Es un esfuerzo esencial que involucra a individuos, comunidades, profesionales de la salud y gobiernos para trabajar juntos en la identificación temprana, el apoyo y la prevención de crisis suicidas.
La prevención del suicidio se basa en la detección temprana, el apoyo emocional y la intervención profesional.
Leer información y consejos escritos por un psicólogo profesional puede ser de gran ayuda para muchos, pero si llegarás a considerar que requieres hablar con un profesional, lo más recomendable es solicitar consejería para tu situación particular.
Tabla de Contenidos
Origen de Día Mundial para la Prevención del Suicidio
El Día Mundial para la Prevención del Suicidio (World Suicide Prevention Day, en inglés) fue establecido por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS). La primera edición de este día se llevó a cabo el 10 de septiembre de 2003.
El objetivo principal de esta jornada es aumentar la conciencia pública sobre el suicidio y su prevención, así como reducir el estigma asociado con los problemas de salud mental y el suicidio. También proporciona una oportunidad para difundir información sobre cómo prevenir el suicidio y promover el acceso a los recursos y servicios de apoyo.
El 10 de septiembre se eligió como fecha para este día porque es un momento en el que muchas personas, comunidades y gobiernos de todo el mundo se unen para concienciar sobre esta importante cuestión. A lo largo de los años, el Día Mundial para la Prevención del Suicidio ha evolucionado y se ha convertido en una plataforma global para abogar por la prevención del suicidio y promover la salud mental.
Cifras sobre el suicidio en el México y el mundo
Según la OMS cada año, aproximadamente 703,000 personas pierden la vida por suicidio, y un número significativamente mayor intenta hacerlo. Estos eventos son verdaderas tragedias que dejan una huella profunda en las familias, comunidades y naciones, con efectos duraderos en aquellos que están cerca de la víctima. El suicidio no distingue por edades y, en 2019, se ubicó como la cuarta causa principal de muerte en el grupo de 15 a 29 años a nivel mundial.
Este fenómeno impacta a todas las regiones del planeta. De hecho, más del 77% de los casos de suicidio registrados en 2019 ocurrieron en naciones con ingresos bajos y medianos.
¡Suscribete a nuestro blog!
Únete a nuestra lista de correo para recibir las últimas noticias y actualizaciones de nuestro contenido!
En el caso de México, el año 2021 registró 8,447 suicidios consumados, lo que representa un incremento de 1,224 casos con respecto a 2019, según datos del INEGI (2021). Esto se traduce en una tasa de 6.2 suicidios por cada 100,000 habitantes.
Este fenómeno afecta de manera más notable a la población joven, especialmente a aquellos que tienen entre 18 y 29 años, y es más común en hombres que en mujeres.
Es importante destacar que, por cada suicidio consumado, se estima que hay al menos 20 intentos de suicidio que no resultan en la muerte del individuo.
Otro tema que te podría interesar: Cómo prevenir el suicidio en el lugar de trabajo
¿Cuale son las causas del suicidio?
El suicidio es un fenómeno complejo y multifacético, y sus causas suelen ser el resultado de una combinación de factores biológicos, psicológicos, sociales y ambientales.
Es importante destacar que cada caso de suicidio es único, y lo que puede llevar a una persona a considerar el suicidio puede ser diferente de lo que afecta a otra. Sin embargo, algunas de las causas y factores de riesgo comunes asociados al suicidio incluyen:
Problemas de salud mental | La mayoría de las personas que mueren por suicidio tienen trastornos mentales no tratados o mal tratados, como la depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar, la esquizofrenia u otros trastornos del estado de ánimo. |
Historia de intentos de suicidio | Aquellos que han intentado suicidarse previamente tienen un mayor riesgo de intentar nuevamente. |
Abuso de sustancias | El abuso de alcohol, drogas u otras sustancias puede aumentar el riesgo de suicidio debido a sus efectos sobre el estado de ánimo y la toma de decisiones. |
Problemas familiares y relaciones personales | Conflictos familiares, la pérdida de relaciones significativas, el aislamiento social y la falta de apoyo emocional pueden ser factores desencadenantes. |
Factores biológicos | Algunas investigaciones sugieren que la genética y las diferencias en la química cerebral pueden desempeñar un papel en el riesgo de suicidio. |
Experiencias traumáticas | Traumas pasados, como el abuso sexual, el acoso, la pérdida de seres queridos o experiencias traumáticas en la infancia, pueden aumentar el riesgo de suicidio. |
Problemas de salud física | Enfermedades crónicas o dolorosas, discapacidades físicas graves y enfermedades terminales pueden contribuir a los pensamientos suicidas. |
Problemas financieros y laborales | El estrés financiero, la pérdida de empleo o el fracaso laboral pueden aumentar el riesgo de suicidio. |
Importancia de la prevención del suicidio
La prevención del suicidio es de suma importancia por varias razones fundamentales:
Salva vidas
La prevención del suicidio tiene un impacto directo en la reducción de las tasas de suicidio. Cada vida que se salva es un testimonio de su importancia.
Alivia el sufrimiento
Muchas personas que consideran el suicidio están luchando con un dolor emocional abrumador. La prevención del suicidio ofrece apoyo y recursos que pueden ayudar a aliviar este sufrimiento y guiar a las personas hacia una mejor salud mental.
Familias y comunidades más fuertes
El suicidio afecta no solo a la persona que se suicida, sino también a sus seres queridos y a la comunidad en su conjunto. La prevención del suicidio promueve relaciones más fuertes y comunidades más saludables al proporcionar apoyo y recursos para quienes están en riesgo y para sus seres queridos.
Reducción del estigma
Al hablar abiertamente sobre el suicidio y la salud mental, se combate el estigma que rodea a estos temas. Esto hace que sea más probable que las personas busquen ayuda cuando la necesiten, en lugar de ocultar sus luchas por temor al estigma.
Ahorro de recursos económicos
El tratamiento de las consecuencias del suicidio, como las hospitalizaciones y la atención médica de emergencia, es costoso. La prevención del suicidio puede ayudar a reducir estos gastos, al tiempo que mejora la calidad de vida de las personas.
Promoción de la salud mental
La prevención del suicidio no se trata solo de abordar las crisis, sino de promover la salud mental en general. Esto incluye fomentar la resiliencia, el bienestar emocional y la búsqueda de ayuda a tiempo para problemas de salud mental.
Señales de advertencia sobre el suicidio
Identificar las señales de advertencia del suicidio es fundamental para intervenir a tiempo y brindar apoyo a quienes puedan estar en riesgo. Estas señales pueden variar de una persona a otra, pero algunas de las más comunes incluyen:
- Expresión de pensamientos suicidas: La persona puede hablar o escribir sobre querer morir, sentirse atrapada, o expresar deseos de desaparecer. También pueden mencionar que otros estarían mejor sin ellos.
- Cambios dramáticos en el comportamiento o el estado de ánimo: La persona puede volverse repentinamente agitada, triste, apática o incluso extremadamente tranquila. Los cambios notorios en la personalidad o el comportamiento son motivo de preocupación.
- Problemas en las relaciones interpersonales: Conflictos continuos en las relaciones personales, rupturas o pérdidas significativas pueden ser factores desencadenantes para el suicidio.
- Sentimientos intensos de desesperanza y desamparo: La persona puede sentir que no hay solución a sus problemas y que la vida no tiene sentido.
- Dando regalos o deshaciéndose de pertenencias: Algunas personas que planean suicidarse dan objetos de valor o deshacen de sus posesiones como una forma de prepararse para el acto.
- Preparativos o amenazas indirectas: La persona puede hacer preparativos concretos para el suicidio, como comprar un arma o medicamentos peligrosos. También pueden hacer amenazas indirectas, como hablar de la muerte o de no ser una carga para otros.
- Historia de intentos de suicidio previos: Quienes han intentado suicidarse en el pasado tienen un mayor riesgo de intentarlo nuevamente.
Es importante entender que la presencia de estas señales de advertencia no siempre significa que una persona definitivamente intentará suicidarse, pero sí son indicadores de que pueden estar pasando por un momento de crisis emocional que requiere atención y apoyo.