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Misofonía ¿Qué es y cuáles son sus causas y su tratamiento?

La misofonía no se relaciona con la aversión general a sonidos fuertes, sino a la respuesta negativa específica a ciertos sonidos cotidianos
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Gustavo Campos

Misofonía ¿Qué es y cuáles son sus causas

La misofonía puede ser diferente para cada individuo, ya que los desencadenantes específicos varían de una persona a otra.

Además de los sonidos relacionados con la alimentación y la respiración, otros desencadenantes comunes pueden incluir sonidos como los de los bostezos, el ruido de los bolígrafos al hacer clic, el ronquido, la tos, los susurros, entre otros.

Es importante destacar que la misofonía no está relacionada con la aversión general a los sonidos fuertes o desagradables, sino más bien a la respuesta negativa específica a ciertos sonidos cotidianos.

Leer información y consejos escritos por un psicólogo profesional puede ser de gran ayuda para muchos, pero si llegarás a considerar que requieres hablar con un profesional, lo más recomendable es solicitar consejería para tu situación particular.

¿Qué es la misofonía?

La misofonía es una condición neurológica en la cual ciertos sonidos específicos, conocidos como “desencadenantes” o “gatillos”, provocan una fuerte e irracional respuesta emocional o física en una persona. Estos sonidos pueden ser comunes en la vida diaria, como la masticación de alimentos, la respiración audible, el tecleo de un teclado, el sonido de los utensilios al chocar, el ruido de la saliva al tragar y otros sonidos similares.

Las personas que sufren de misofonía experimentan una intensa incomodidad y angustia emocional cuando se exponen a estos sonidos desencadenantes. Pueden sentir una ira intensa, irritación, ansiedad o disgusto extremo.

Algunas personas también pueden experimentar una respuesta fisiológica, como aumento de la frecuencia cardíaca, sudoración, tensión muscular o incluso una sensación de pánico. Estas reacciones pueden interferir significativamente en la vida cotidiana y en las relaciones interpersonales de quienes padecen esta condición.

Desencadenaste de la misofonía

Los desencadenantes de la misofonía son sonidos específicos que provocan una fuerte reacción emocional o física en las personas que la padecen.

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Estos sonidos pueden variar de una persona a otra, ya que cada individuo tiene sus propios desencadenantes personales.

Algunos ejemplos comunes de desencadenantes de la misofonía incluyen:

Sonidos de masticación

El sonido de alguien masticando alimentos, especialmente con la boca abierta o de manera ruidosa.
Sonidos de respiración

La respiración audible, como los suspiros, los resoplidos o los sonidos nasales.
Sonidos de saliva o tragar

Los sonidos de la saliva al ser tragada, el ruido de la deglución o la garganta al tragar.
Sonidos de la boca

El ruido de los labios al chasquear, el sonido de los dientes al golpear o el ruido de los labios al humedecerse
Sonidos de utensilios

El sonido de los cubiertos chocando contra platos o cuencos, el ruido de una cuchara o tenedor raspando contra un plato, entre otros,
Sonidos repetitivos o constantes
Sonidos repetitivos, como el tecleo de un teclado, el tic-tac de un reloj, el golpeteo de un lápiz o el crujido de un papel

Es importante tener en cuenta que estos son solo algunos ejemplos de desencadenantes de la misofonía, y que pueden variar ampliamente de una persona a otra.

Síntomas de la misofonía

La misofonía se caracteriza por la experiencia de emociones intensas y respuestas físicas desencadenadas por ciertos sonidos específicos.

Los síntomas más comunes de la misofonía incluyen:

misofonía
  1. Ira o irritabilidad: Las personas con misofonía pueden experimentar una fuerte sensación de ira o irritabilidad cuando se exponen a los sonidos desencadenantes. Estos sentimientos pueden ser desproporcionados en relación con la situación y pueden resultar difíciles de controlar.
  2. Ansiedad o tensión: Los desencadenantes de la misofonía pueden generar una respuesta de ansiedad o tensión en las personas afectadas. Pueden sentirse inquietos, nerviosos o preocupados cuando anticipan o están expuestos a los sonidos desencadenantes.
  3. Malestar físico: Algunas personas experimentan síntomas físicos cuando se encuentran con los sonidos desencadenantes de la misofonía. Estos síntomas pueden incluir aumento de la frecuencia cardíaca, sudoración, tensión muscular, temblores, mareos o sensación de opresión en el pecho.
  4. Evitación de situaciones: Como resultado de la fuerte reacción emocional y física, las personas con misofonía pueden sentir la necesidad de evitar situaciones o entornos donde puedan encontrarse con los sonidos desencadenantes. Esto puede llevar a limitaciones en las actividades cotidianas y en las interacciones sociales.
  5. Angustia emocional: La misofonía puede causar una angustia emocional significativa en quienes la padecen. Pueden experimentar sentimientos de impotencia, tristeza, culpa o vergüenza debido a la dificultad para controlar sus respuestas a los sonidos desencadenantes.

Causas de la misofonía

Las causas exactas de la misofonía aún no se comprenden completamente, pero se cree que puede ser el resultado de una combinación de factores genéticos, neurobiológicos y ambientales.

Hipersensibilidad auditiva: Una teoría sugiere que las personas con misofonía tienen una mayor sensibilidad en el sistema auditivo, lo que significa que su cerebro procesa y reacciona exageradamente a ciertos sonidos. Esto podría explicar por qué los sonidos comunes que no afectan a otras personas desencadenan una respuesta negativa en aquellos con misofonía.

que es la misofonía

Condicionamiento y asociación: Se ha propuesto que la misofonía puede ser el resultado de una asociación negativa aprendida entre ciertos sonidos y una experiencia desagradable o estresante.

Por ejemplo, si una persona experimenta un evento traumático o altamente estresante en presencia de un sonido específico, podría desarrollar una reacción negativa condicionada a ese sonido en el futuro.

Componente genético: Existe cierta evidencia de que la misofonía puede tener un componente genético. Se ha observado que la misofonía puede ocurrir en familias y que ciertos genes podrían estar relacionados con una mayor predisposición a desarrollar la condición. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender mejor esta conexión.

Conexiones con otros trastornos: La misofonía a menudo coexiste con otros trastornos, como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o el trastorno del espectro autista (TEA). Esto sugiere que puede haber una superposición de mecanismos neurobiológicos y factores de riesgo entre la misofonía y estos trastornos.

Es importante tener en cuenta que la investigación sobre las causas de la misofonía aún está en curso y que estas teorías no representan una explicación definitiva.

Se necesitan más estudios para comprender completamente los factores subyacentes y los mecanismos involucrados en esta condición.

Estrategias de afrontamiento de la misofonía

Existen varias estrategias de afrontamiento que pueden ayudar a las personas con misofonía a manejar sus desencadenantes y reducir la intensidad de sus respuestas emocionales y físicas. A continuación, se presentan algunas estrategias comunes:

  • Técnicas de relajación

Practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación, el yoga o la visualización, puede ayudar a reducir la ansiedad y la tensión asociadas con la misofonía. Estas técnicas pueden ser utilizadas tanto antes como durante la exposición a los sonidos desencadenantes.

  • Uso de dispositivos de cancelación de ruido

Utilizar audífonos o auriculares con cancelación de ruido puede ayudar a bloquear o disminuir la intensidad de los sonidos desencadenantes. Esto permite crear un entorno más tranquilo y reducir la exposición a los sonidos molestos.

  • Distraerse con otros sonidos

En lugar de enfocarse en los sonidos desencadenantes, se puede intentar distraer la atención con otros sonidos agradables o relajantes. Esto puede incluir escuchar música, sonidos naturales o utilizar aplicaciones de sonido ambiental.

  • Evitar o minimizar la exposición

Si es posible, evitar o minimizar la exposición a los sonidos desencadenantes puede ser una estrategia útil. Esto implica planificar y adaptar el entorno para reducir la presencia de los sonidos que provocan una respuesta negativa. Por ejemplo, se puede elegir lugares de comer más tranquilos o sentarse más lejos de las personas que generan los sonidos desencadenantes.

No me gusta el ruido
  • Terapia cognitivo-conductual (TCC)

La terapia cognitivo-conductual puede ser beneficiosa para algunas personas con misofonía. Esta terapia se enfoca en identificar y cambiar los pensamientos y comportamientos negativos asociados con la misofonía, así como en desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas.

  • Apoyo y comprensión

Buscar apoyo con profesionales de la salud puede ser de gran ayuda. Compartir las experiencias y los desafíos de la misofonía puede brindar un espacio de apoyo emocional y permitir encontrar soluciones conjuntas.

Tratamiento para la misofonía

No existe un tratamiento específico o una cura conocida para la misofonía en la actualidad.

Sin embargo, hay diferentes enfoques terapéuticos que pueden ayudar a las personas a manejar y reducir los síntomas de la misofonía.

Algunas opciones de tratamiento que se han utilizado con cierto grado de éxito incluyen:

Terapia de reentrenamiento cerebral

Esta terapia se centra en modificar las respuestas automáticas y emocionales a los sonidos desencadenantes de la misofonía. Se trabaja en cambiar la forma en que el cerebro procesa y reacciona a esos sonidos, lo que puede disminuir la intensidad de la respuesta negativa.

El reentrenamiento cerebral puede involucrar técnicas de terapia cognitivo-conductual (TCC) y el uso de estímulos graduales para ayudar a la habituación y la reducción de la respuesta emocional.

Terapia de exposición y prevención de respuesta

Este enfoque terapéutico se basa en exponer gradualmente a la persona a los sonidos desencadenantes de la misofonía en un entorno controlado y seguro.

A medida que se expone repetidamente a estos sonidos, se trabaja en reducir la respuesta emocional y física negativa a través de técnicas de relajación y control de la respuesta.

La terapia de exposición y prevención de respuesta se realiza generalmente bajo la guía de un terapeuta capacitado.

Terapia de modulación de sonido

Algunas personas encuentran alivio utilizando dispositivos de modulación de sonido, como generadores de ruido blanco o sonidos calmantes, para enmascarar o desviar la atención de los sonidos desencadenantes.

Estos dispositivos pueden ayudar a reducir la ansiedad y la reacción emocional asociada con la misofonía.

Referencias

What Is Misophonia? (2014, 2 septiembre). WebMD. https://www.webmd.com/mental-health/what-is-misophonia

What is misophonia? (2018, 21 enero). https://www.medicalnewstoday.com/articles/320682

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