¿Cuántos tipos de heridas psicológicas hay? ¿Se puede suturar una cicatriz por completo? ¿Cómo abordar los dolores tan profundos en la psicoterapia?
¿Cuál es la razón por la que cuesta tanto darle espacio a lo que sentimos y hablar de ello?
Aquí puedes encontrar varias respuestas sobre esto.
Leer información y consejos escritos por un psicólogo profesional puede ser de gran ayuda para muchos, pero si llegarás a considerar que requieres hablar con un profesional, lo más recomendable es solicitar consejería para tu situación particular.
Tabla de Contenidos
Tipos de heridas psicológicas
¿Realmente es preferible fingir que nada pasó, antes de asimilar lo que ocurre y atenderlo?
¿Tienen estas ideas alguna relación con las heridas?
Entonces, se me ocurrió una idea: ¿y si comparamos las heridas del alma con esas heridas físicas que todos hemos tenido? Piénsalo, desde un raspón en la rodilla hasta un corte en el dedo, cada una tiene su historia. Algunas nos hacen sonreír al recordar cómo sucedieron, mientras que otras nos dejan una marca profunda.
Así que para desenredar este tema de las heridas emocionales, hablar de ellas como si fueran heridas reales me pareció un buen camino.
No todas las heridas son iguales. Cada una tiene su peculiaridad; algunas son leves y se curan rápido, pero otras necesitan más atención y tiempo. Esto se aplica tanto a las físicas como a las emocionales. Hay experiencias o recuerdos que nos marcan de por vida, formando parte de nuestra esencia.
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Lo esencial es reconocer que cada cicatriz cuenta su historia y requiere un cuidado especial para sanar adecuadamente.
Por cada herida hay una historia
Las cicatrices que llevamos pueden cambiar cómo nos vemos a nosotros mismos, para bien o para mal, y algunas ni siquiera nos afectan mucho. No es lo mismo tener una cicatriz porque donaste un órgano a alguien que amas, o una marca de cesárea que te recuerda al hijo que tanto querías, que la típica marquita de una vacuna de la infancia. Y claro, no se comparan con las cicatrices de enfermedades, accidentes o malas elecciones, que duelen más si están donde todos pueden verlas.
Estas marcas pueden hacer que nos sintamos diferentes cuando estamos con otros. Pueden hacer que nos preocupemos por cómo nos ven, que tengamos miedo de que nos rechacen, de no ser amados, de ser abandonados o criticados. A veces, hasta nos hacen dudar si podremos volver a ser felices o conocer la felicidad de nuevo.
¿Cómo se sana una herida psicológica?
Las cicatrices no desaparecen, sin embargo, podrán desvanecerse con tratamiento, o se notarán menos. No desaparecen a menos que la herida haya sido muy delicada y superficial, pero mientras más profunda sea, la marca será más intensa. Y con ello es también importante mencionar que las heridas sanan desde el interior hacia la superficie, por este motivo, muchas veces se siente lento el proceso.
Es importante entender y saber que no hay cura para las cicatrices, tampoco una cura para cuando el corte está completamente expuesto, no es una enfermedad, es solo una herida que sana y se recupera; para ello es necesario evaluar la gravedad y atenderlo de la manera adecuada con el profesional conveniente. Quedará una marca, pero con los cuidados y las atenciones requeridas, probablemente no sea tan fatal.
No minimices tu heridas, nunca es tarde para sanar
Las cosas malas que pasan, como sentirnos solos, fracasar, pelearnos, o perder a alguien, nos afectan a todos de manera diferente. Aunque no se vea, esto también nos puede dejar cicatrices por dentro.
A veces, otros pueden decir que estamos exagerando o que no es para tanto, pero solo porque no ven estas heridas, no significa que no estén ahí. Al igual que con un corte o rasguño, si no cuidamos estas heridas del alma, pueden empeorar y hacerse más difíciles de curar.
Así, incluso cuando crecemos y se supone que podemos con todo, estas heridas pueden hacer que nos sintamos perdidos y más dolidos que nunca. Es importante recordar que no está bien juzgar o decirle a alguien cómo sentirse, porque cada uno vive las cosas a su manera.
Psicoterapia para empezar a sanar tus heridas
Que exista terapia infantil, no es gratuito, las heridas que se trabajan desde jóvenes son más fáciles de sanar. Pero esto no significa que ya sea tarde, la realidad es que nunca lo es para atenderse con un profesional.
Que trabajemos con nuestras heridas, cicatrices y moretones, no significa que exista un “borrón y cuenta nueva” no se eliminan, simplemente se sanan, se ven desde otra perspectiva, se alimentan de otros factores de nuestra personalidad, y eso que en algún momento dolía, ya no duele más, pero todo es con tiempo y dedicación, recuerda que estaremos trabajando desde lo más interno de nuestro ser hasta llegar a la superficie de lo que somos.
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Lo que te puedo comentar en este escrito es que tu salud mental la tienes que tratar con un verdadero profesional, alguien que estudió psicología y posteriormente hizo una maestría en cualquier corriente psicoterapéutica, para que realmente pueda guiarte, ya que todas existen para acompañar a sanar al individuo. También es importante que encuentres a alguien con quien te sientas en confianza, sin importar la corriente terapéutica ejercida por el profesional, puesto que el tipo de relación que se genere en el espacio terapéutico es lo que determinará tu mejoría.
Conclusión de: Las distintas heridas
Para finalizar, recuerda esto, “cada herida sana de manera distinta”, que quiero decir, profesionales de la salud habrá muchos, de diferentes corrientes terapéuticas y cada uno tendrá sus fortalezas y debilidades, (viéndolo como teoría y como individuos).
No hay “mejor o peor” psicoterapia, hay psicoterapias que servirán más para algunos problemas que otros, y es por ello que es necesario informarse de estas diferencias.
Trabajar con tus heridas es sanar tu alma y aunque tome mucho tiempo, que hayas comenzado es de valentía, pues lo más difícil siempre es el inicio; recuerda que durante el proceso nunca estarás solo/a.
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