Mientras el mundo se tambalea una vez más al borde de la destrucción, resulta conveniente leer acerca de lo que estas grandes mentes redactaron entrelazando sus intelectos para desentrañar una de las preguntas más inquietantes de la humanidad: ¿Por qué la guerra?
Tabla de Contenidos
Contexto histórico de cómo surgió ¿Por qué la guerra?
La carta de Einstein a Freud fue escrita en 1932, durante un período interbellum, los años entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
El fascismo estaba en ascenso, con la consolidación del poder de Mussolini en Italia y el surgimiento de Adolf Hitler en Alemania. La amenaza de otro gran conflicto estaba creciendo palpablemente.
En este clima, el Instituto Internacional de Cooperación Intelectual de la Liga de Naciones propuso una correspondencia entre intelectuales de renombre sobre temas urgentes de la época.
Albert Einstein, escogió a Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, por su profundo conocimiento de la psique humana. En su carta, Einstein planteó la eterna pregunta: “¿Hay alguna forma de liberar a la humanidad de la amenaza de la guerra?”
Postura Freudiana ante la guerra
En su respuesta a Einstein, Freud desentraña su teoría con perspicacia y franqueza, ofreciendo una ventana a su pensamiento:
- Pulsiones Primarias: Freud comienza explicando que la guerra, en su esencia, es una expresión de las pulsiones más básicas del ser humano. Se basa en su teoría de que los humanos tienen instintos innatos de vida (Eros) y muerte (Thanatos). Eros se manifiesta en actividades creativas, mientras que Thanatos se dirige hacia la destrucción, agresión.
- El Papel de la Civilización: Según Freud, la civilización trabaja constantemente para contrarrestar la tendencia del hombre hacia la agresión a través de leyes, normas culturales y religión. Sin embargo, esta represión no elimina las pulsiones. En tiempos de guerra, las restricciones de la civilización se rompen, y las personas tienen una “licencia” para dar rienda suelta a su agresividad reprimida.
- La Naturaleza Humana Inmutable: Sostiene que la propensión al conflicto y la destrucción es una parte fundamental del ser humano, lo que implica que la amenaza de la guerra siempre estará presente en alguna medida.
- El Amor al Líder y al Grupo: Freud también discute el fenómeno del “narcisismo de las pequeñas diferencias”, explicando cómo los grupos humanos pueden expresar hostilidad violenta hacia otros grupos.
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Perspectiva de Einstein ante la guerra
Su perspectiva sobre la guerra, refleja una combinación de inquietudes humanitarias, filosóficas y pragmáticas.
- La Racionalidad y el Conflicto: Einstein inicia la correspondencia con una expresión de fe en la capacidad de la razón para resolver conflictos. Contrasta la resolución de disputas en la comunidad científica, que se hace mediante debate y basada en evidencia, con la forma en que las naciones resuelven sus diferencias, a menudo mediante la violencia y la guerra.
- El Papel de las Instituciones: La guerra es vista como una extensión de la política y los deseos de aquellos en posiciones de autoridad, más que una manifestación de las tendencias destructivas inherentes del individuo.
- La Educación y la Responsabilidad Individual: Sostenía que enseñar a las personas a entender los peligros del nacionalismo desenfrenado y la importancia de la cooperación y la empatía podría, con el tiempo, reducir la propensión de la sociedad hacia la guerra.
- La Búsqueda de la Gobernanza Supranacional: Einstein era un proponente de una forma de gobernanza supranacional que pudiera mediar en las disputas internacionales y prevenir la guerra.
Convergencias y Divergencias
| Convergencias | Divergencias |
| Desdén por la Guerra: Tanto Freud como Einstein expresan un desdén profundo por la guerra, viéndola como una plaga para la humanidad y un impedimento para el progreso civilizacional y humano. Importancia de la Razón y la Educación: Coinciden en que mejorar la educación podría ser un medio para prevenir conflictos, cultivando un público más informado, crítico y empático. Naturaleza Humana Compleja: Reconocen la complejidad de la naturaleza humana, entendiendo que la propensión al conflicto es un tema multifacético que involucra instintos internos y condiciones externas. Esperanza Cautelosa para el Futuro: Para Freud, esto podría lograrse a través de la sublimación y la cultura; para Einstein, a través de la reforma institucional y la solidaridad global. | Enfoque en la Solución: Mientras que Freud enfatiza el papel de la cultura y la psicología individual en la contención de las pulsiones agresivas, Einstein busca soluciones más estructurales, como una autoridad supranacional que pueda regular las relaciones entre países y prevenir conflictos armados. Papel de las Instituciones: Freud era más escéptico sobre el grado en que las instituciones podrían controlar las pulsiones agresivas humanas, mientras que Einstein creía en la posibilidad de reformar o crear instituciones para mantener la paz mundial. Optimismo Versus Pesimismo: Aunque ambos comparten cierta esperanza, Freud tiende hacia una visión más pesimista de la naturaleza humana inmutable, mientras que Einstein muestra un optimismo cauteloso respecto a la capacidad de la humanidad para reformar sus sistemas sociales y políticos en pro de la paz. |
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Freud: La actual prevalencia de conflictos ideológicos, genocidios y actos de terrorismo puede verse como una manifestación de las pulsiones agresivas y destructivas que Freud destacó. Además, su énfasis en la importancia de la cultura y la psicología individual en la moderación de estos impulsos resuena en los esfuerzos actuales de promover la salud mental, el entendimiento intercultural y la resolución pacífica de conflictos.
Einstein: Sus ideas sobre el papel perjudicial de las élites nacionalistas y militaristas son visiblemente relevantes en el clima geopolítico actual, donde los intereses políticos y económicos continúan alimentando conflictos armados y carreras armamentísticas.
