En los ultimo días el juego del calamar volvió a ser tendencia ya que Netflix anuncio la segunda temporada con un un supuesto mensaje del creador de la serie donde nos revela algunos detalles de lo que veremos en esta segunda entrega.
Hasta donde sabemos:
- Veremos nuevamnete a Gi-hum
- Posiblemente veremos nuevamente al señor de traje o mejor conocido como “el señor de las cachetadas” con el -ddakji- (juego de tazos)
- Además veremos al novio de la muñeca Young-hee con el nombre de Cheol-su
Muchos estamos ansiosos por lo menso por saber la fecha de estreno ya que aun no es mencionada, pero cuantos no fuimos victimas de esta serie que a pesar de desarrollarse del otro lado del mundo pudimos observar bastantes similitudes con algunos problemas sociales en México.
Lamentablemente en lugar de reflexionar con este tipo de contenido altamente violento solamente se tomo como algo divierto e incluso niños jugaban o hablaban respecto a la serie, la cual no esta dirigida hacia este publico pero en fin, a continuación hablaremos de los juegos del calamar desde un aspecto psicológico.
Tabla de Contenidos
¿Por que nos gusta el juego del calamar?
El juego del calamar es una extensión ficticia del género ‘programa de juegos humillante’ más común en Corea y Japón, pero a diferencia de ellos, está envuelto en un mensaje social. Sin duda, está lleno de referencias culturales coreanas perdidas en la traducción para mí como espectador occidental. Aún así, el mensaje social sobre la disparidad de riqueza y el privilegio es alto y claro. También es inquietante y violento, captura la angustia social actual y apunta perfectamente al humor de los jóvenes.
El juego del calamar definitivamente crea un viaje emocional. También aprovecha la disonancia cognitiva del uso de juegos infantiles para crear mini arcos de misterio dentro de la historia. La inocencia y la vulnerabilidad simbólicas de la infancia utilizadas para perpetrar la violencia amplifican el horror y la sensación de impotencia
Trama llena de misterio
El hilo conductor de la serie mantiene al espectador en una constante intriga. Es un misterio por resolver hasta el capítulo final. Desde los motivos que rodean a cada protagonista, los carceleros hasta las personas que hay detrás de todo el circo del juego.
De hecho, estos últimos incluso aparecen bajo una máscara también. Son todas máscaras y nadie sabe nada a ciencia cierta. Incluso esta trama está diseñada para que el espectador tenga que estar muy atento a los movimientos para no perderse los siguientes acontecimientos. mientras mantienen nuestra curiosidad al máximo.
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La serie sigue tres principios psicológicos básicos para conseguir un compromiso rápido:
- Contigüidad (los hechos se suceden uno tras otro y con rapidez),
- Contingencia (la probabilidad de que se produzcan es alta)
- Anticipación (sabemos que el acontecimiento llegará tarde o temprano).
Todo ello programado con intermitencia, por lo que como no sabemos cuándo va a aparecer el evento que queremos o esperamos, nos quedamos pegados a la trama. de igual forma que los sucesos importantes los dejan al final del capitulo para poder quedar enganchados al siguiente capítulo creándonos la necesidad de saber que va a pasar.
Empatizamos con los personajes del juego del calamar
Las personas somos seres emocionales y tendemos a empatizar de cierta manera con las personas que nos rodean. En este sentido, las historias de cada uno de los protagonistas, en especial del principal, giran en torno a esa empatía del espectador que se engancha emocionalmente al devenir del personaje.
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La emoción que despierta principalmente es la del miedo o miedo a que tu personaje favorito sea el próximo en morir. Ese miedo a la muerte que tienen los personajes se traslada de la pantalla al cerebro del espectador. El resto de tramas, la amistad que se genera entre los participantes, la frustración, el enfado y la incertidumbre del juego del calamar hacen que estemos pendientes de lo que sucederá, pues no sabemos cuándo ni cómo sucederá, pero sabemos que sucederá.
¿Deberían los niños ver el juego de calamar?
Los padres deben reconocer estas dinámicas como impulsores sociales significativos e importantes, especialmente después de un año de aislamiento social. Prohibir ver el juego del calamar o cualquier otro contenido altamente violento frente a un fenómeno de tendencia mundial solo aumentará su atractivo. Tampoco funcionará: hay demasiados puntos de acceso. Recomiendo que los padres lo vean con sus hijos, ya sea algo que quieran ver o no. La presencia de los padres puede proporcionar una “red de seguridad” emocional y, si es necesario, una regulación emocional.
¿Cómo abordar con los niños los programas de contenido violento?
No se lo diga a los niños, pero hay, de hecho, algunos buenos “momentos de enseñanza” e iniciadores de conversación si elige ir allí, desde problemas sociales y de salud mental, desde la adicción al juego hasta el abuso del privilegio social y la riqueza. Puede llevar a compartir otros ejemplos con temas sobre el miedo humano, el cumplimiento y los instintos de supervivencia Siempre es esclarecedor escuchar las interpretaciones de los niños.
Su consideración puede sorprenderte
Reflexión hacia un sistema de consumo
Desde el comienzo de la serie se toca la vena moral de los espectadores. La base moral es que el dinero influye demasiado en nuestras decisiones, basado en un sistema capitalista egocéntrico que nos hace esconder nuestra parte más humana en las situaciones más complejas. Las personas expuestas al límite son capaces de comportamientos totalmente inapropiados o violentos que parecen acabar con nuestro lado humano y nuestra empatía.
