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Habilidades socioemocionales y su desarrollo.

La habilidades socioemocionales son los recursos que tenemos para regular nuestros pensamientos, emociones y comportamientos. ¡Descubre más!
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Ivon Monsalvo

Habilidades socioemocionales y su desarrollo.

El desarrollo de habilidades socioemocionales es un proceso que comienza temprano en la vida. Pues es cuando los infantes comienzan a comprender quiénes son, qué sienten y qué esperar cuando interactúan con los demás. Además puede ser su primer acercamiento a formar y mantener relaciones positivas; experimentar, gestionar y expresar emociones.

En la niñez, por ejemplo, las rabietas son bastante comunes. Y esto se debe a que los niños pequeños tienden a tener cambios de humor rápidos. Sus emociones pueden ser muy intensas aunque tienden a ser de corta duración. Además los niños pueden ser muy posesivos y tener dificultad para compartir por lo que aprender a llevarse bien con otros niños es una habilidad esencial.

Y como en solo unos pocos años, tu hijo pasará de estar la mayor parte de su tiempo con la familia y los amigos cercanos a pasar una gran parte del día interactuando, aprendiendo y jugando con otros niños en la escuela. El desarrollo de las habilidades socioemocionales es esencial.

Algunos ejemplos de habilidades socioemocionales incluyen prestar atención a las figuras adultas, pasar fácilmente de una actividad a la siguiente y cooperar con otros niños. Para conocer más sobre ellas y como desarrollarlas ¡continúa leyendo!.

¿Qué son las habilidades socioemocionales?

Las “habilidades sociales y emocionales” se refieren a nuestro recursos para regular nuestros pensamientos, emociones y comportamientos. Estas habilidades dependen de factores situacionales y responden al cambio y al desarrollo de las personas a través de experiencias de aprendizaje formales e informales.

Es importante destacar que las habilidades sociales y emocionales influyen en una amplia gama de resultados personales y sociales a lo largo de la vida. Ya que están directamente relacionadas con qué tan bien las personas se adaptan a su entorno y cuánto logran en sus vidas.

Pero el desarrollo de estas habilidades es importante no solo para el bienestar de las personas, sino también para las comunidades y sociedades en general.

Pues la capacidad de los ciudadanos para adaptarse, ser ingeniosos, respetar y trabajar bien con los demás, y para asumir responsabilidades personales y colectivas se está convirtiendo cada vez más en el sello distintivo de una sociedad que funciona bien.

¿Por qué es importante desarrollar habilidades socioemocionales?

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Las habilidades sociales y emocionales pueden ayudar a las personas a:

  • Identificar y manejar sus sentimientos y su comportamiento
  • A buscar ayuda cuando sea necesario
  • Construir y administrar relaciones saludables
  • Tener autocontrol
  • Resolver el conflicto
  • Ser consciente de sí mismo
  • Manejar y superar las dificultades
  • Tomar mejores decisiones
  • Desarrollar la resiliencia, la autoestima y la confianza
  • Pensar positivamente sobre sí mismos y cómo perciben el mundo que los rodea
  • Reconocer y prevenir la mala salud mental
  • Convertirse en adultos completos y saludables.

Ejemplos de habilidades socioemocionales

Autoconciencia

La autoconciencia nos permite reconocer el impacto de las emociones y los pensamientos en nuestros comportamientos. Si bien puede que no sea posible alcanzar la objetividad total sobre uno mismo, ciertamente hay grados de autoconciencia.

Esta habilidad incluye evaluar nuestras fortalezas y debilidades con precisión, es decir de la manera más objetiva posible. Hacer esta autovaloración puede llevarnos a desarrollar un sentido bien fundamentado de confianza y optimismo.

Para fortalecer la autoconciencia también puedes leer Creer en ti es importante: ¿Qué es la autoeficacia?

Autogestión

La autogestión es la capacidad que tenemos de de regular las emociones, los pensamientos y los comportamientos en diferentes situaciones. Cuando tenemos autogestión podemos comprender nuestra responsabilidad personal en diferentes aspectos de su vida y nos permite hacer lo necesario para cumplir con esa responsabilidad.

Alguien con fuertes habilidades de autogestión tiene más probabilidades de saber qué hacer y cómo actuar en diferentes situaciones. Por ejemplo, saben cómo controlar su ira cuando el árbitro llama injustamente a su hijo en un juego de ligas menores. Saben cómo evitar las distracciones mientras trabajan desde casa, para que puedan mantenerse enfocados y productivos.

Saben lo que deben hacer para lograr sus objetivos de acondicionamiento físico y lo cumplen, entre otras cosas.

Conoce más sobre esta habilidad en Las claves de la autorregulación emocional: ¿Cómo expresar emociones?

Conciencia social

La conciencia social es una habilidad que puede ayudarnos a desarrollar una perspectiva más amplia y empatía por los demás. Es decir, que permite una comprensión de las normas sociales y éticas de comportamiento; y un reconocimiento de los recursos para el apoyo de la familia, el hogar y la comunidad.

Además implica la capacidad de comprender y empatizar con los demás, en particular con personas de diferentes orígenes que el propio.

Las habilidades involucra la conciencia social incluyen:

  • Identificar señales sociales (verbales, físicas) para determinar cómo se sienten los demás
  • Tomar en cuenta las perspectivas de otros
  • Demostrar empatía y compasión
  • Mostrar preocupación por los sentimientos de los demás.
  • Entender y expresar gratitud.
  • Reconocer las fortalezas en los demás.
  • Identificar diversas normas sociales, incluidas las injustas.
  • Reconocer las demandas y oportunidades situacionales.
  • Preocuparse por y estar motivado para contribuir al bienestar de la familia, los amigos, la escuela, la comunidad, el medio ambiente y el bien común

Habilidades interpersonales

Se necesitan habilidades interpersonales para establecer y mantener conexiones saludables con los demás. Estas incluyen comunicarse con claridad, escuchar activamente y cooperar. Así como resistir la presión social inapropiada, negociar conflictos de manera constructiva y buscar y ofrecer ayuda.

Las habilidades interpersonales pueden incluir:

  • Iniciar el contacto con los demás y cultivar la amistad.
  • Compartir los propios pensamientos y sentimientos
  • Comunicación efectiva
  • Demostrar humildad cultural
  • Practicar el trabajo en equipo y la resolución colaborativa de problemas.
  • Resolver conflictos de forma constructiva.
  • Acercarse a las relaciones con presupuestos positivos
  • Resistir la presión social negativa
  • Resistirse a los estereotipos
  • Defender los derechos de los demás
  • Mostrar liderazgo en grupos.
  • Buscar u ofrecer apoyo y ayuda cuando sea necesario

Toma de decisiones responsable

La toma de decisiones responsable hace posibles elecciones constructivas y respetuosas sobre el comportamiento personal y las interacciones sociales basadas en estándares éticos, preocupaciones de seguridad, normas sociales y una evaluación realista de los resultados en una situación dada.

Las habilidades involucradas en la toma de decisiones responsables incluyen:

  • Notar e identificar problemas
  • Comprender los diferentes aspectos (p. ej., moral, social, emocional, práctico) de las situaciones desafiantes
  • Evaluar de manera realista las posibles consecuencias de varias acciones.
  • Considerando el bienestar tanto de uno mismo como de los demás; equilibrar los intereses individuales con el bien común
  • Valorar los principios éticos/morales, como la justicia, la equidad y los derechos y el bienestar de todas las personas.
  • Aplicar normas éticas al comportamiento personal y social.
  • Reconocer el papel de las emociones en la toma de decisiones e integrarlas con otras preocupaciones.
  • Resolver problemas de manera intencional y apropiada.
  • Reflexionar sobre las propias acciones

¿Cómo fomentar el desarrollo de habilidades socioemocionales en la niñez?

Modelar comportamientos apropiados

La observación juega un papel vital en la forma en que los niños pequeños aprenden cosas nuevas. Ya que si los infantes nos miran compartiendo, expresando gratitud, ayudando y compartiendo sentimientos, es más probable que tengan una buena comprensión sólida de cómo interactuar con otras personas fuera del hogar.

Así que podemos modelar estas respuestas en nuestros propios hogares tanto con su hijo como con otros miembros de la familia. Cada vez que dices “por favor” o “gracias”, estás demostrando cómo te gustaría que se comportaran.

Reforzar el buen comportamiento

Es importante ofrecer elogios cuando los niños demuestran un buen comportamiento social. Ayudar a los niños a sentirse bien consigo mismos también juega un papel importante en el desarrollo de un sentido de empatía y competencia emocional. Cuando creamos un clima positivo en el que se permita a los niños compartir sus sentimientos, los niños naturalmente comenzarán a ser más generosos y considerados.

Enseñar empatía

También podemos fomentar la empatía y desarrollar la inteligencia emocional animando a los a pensar en cómo se sienten los demás. Puedes comenzar preguntando acerca de los propios sentimientos del niño y después continuar preguntándole acerca de eventos en su vida. “¿Cómo te sentiste cuando perdiste tu juguete?” “¿Cómo te hizo sentir esa historia?”

Una vez que los niños adquieran la habilidad de expresar sus propias reacciones emocionales, puedes comenzar a hacer preguntas sobre cómo se pueden sentir otras personas. “¿Cómo crees que se sintió cuando le quitaste el juguete con el que estaba jugando?”

Al responder preguntas sobre emociones, los niños pueden comenzar a pensar en cómo sus propias acciones pueden afectar las emociones de quienes los rodean.

Enseñar cooperación

La cooperación es una habilidad que se beneficia enormemente de la experiencia directa. Darle a los niños la oportunidad de interactuar y jugar con otros niños es una de las mejores maneras de enseñarle cómo relacionarse con los demás.

Si bien su niño pequeño puede encontrar frustrante jugar con sus compañeros a veces, pues a menudo carecen de paciencia y la capacidad de compartir, las cosas comenzarán a mejorar gradualmente con la edad y la experiencia.

A medida que los niños juegan e interactúan, también comienzan a desarrollar habilidades para resolver problemas sociales. Los primeros intentos pueden involucrar muchas discusiones y conflictos con hermanos y compañeros, pero eventualmente, los niños aprenden a negociar y comprometerse con otros niños.

Referencias

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